La crisis en la Caja Nacional de Salud regional Beni (CNS-Beni) ha alcanzado su punto más crítico debido al impago de cuatro meses de sueldo a profesionales y trabajadores reincorporados, que cuentan con resoluciones ministeriales de la cartera de Trabajo. El administrador de la CNS Beni, Marco Antonio Quintanilla, enfrenta al menos cuatro mandamientos de apremio por parte de los afectados, la mayoría de los cuales son mujeres.

Quintanilla, quien se encuentra resguardado, ha declarado que está gestionando los sueldos adeudados en La Paz, lo cual ha sido cuestionado por los afectados, ya que aseguran haberlo visto salir de su domicilio. Sin embargo, han enfrentado dificultades para activar los mandamientos de apremio debido a las restricciones de horarios impuestas por la Policía.

Además del impago de salarios, el personal administrativo y de planta ha anunciado un paro de 48 horas para exigir la renuncia del administrador debido a su mala gestión. La falta de cumplimiento de los compromisos de pago ha generado indignación y descontento entre los afectados, quienes esperaban que se les cancelara lo adeudado hasta el 30 de junio según un compromiso de la Gerencia de la CNS a nivel nacional.

Las profesionales y trabajadoras, en su mayoría mujeres, han denunciado complicidad y protección por parte del administrador nacional de la CNS, Uggiel Claure, quien ha amenazado con sanciones a quienes realicen medidas de presión, considerándolas injustificadas e ilegales. Alegan que la administración obstaculiza el pago adeudado y exigen ser incluidas en la planilla, denunciando discriminación y machismo por parte de los ejecutivos de la caja.

La tensión aumenta en la CNS Beni mientras los afectados buscan respuestas y soluciones a sus demandas salariales, que han dejado a muchas de ellas en situaciones económicas precarias y con obligaciones que no pueden cumplir.