La tradicional Novena de San Ignacio ha dado inicio en Mojos, trayendo consigo la apreciación y la expresión más auténtica de la fe y la cultura del pueblo mojeño. La Ichapekene Piesta Inasianuana, como también se le conoce, es una celebración que destaca por su belleza espiritual y por reflejar lo más profundo del corazón de sus participantes.

El párroco de Mojos, Fabio Garbari, resaltó la esencia de esta fiesta, que va más allá de ser una exhibición folclórica. "Es la expresión del corazón, es espiritual y no folclórica; debajo de la máscara, del plumaje, así lo vive el mojeño", afirmó Garbari. Esta festividad está impregnada de música, colores y alegría, pero su verdadera belleza radica en lo natural y sincero de su manifestación.

La Novena de San Ignacio, que inició el pasado 22 de julio, tiene una significancia profunda para el pueblo mojeño, ya que celebra la vida verdadera y se basa en la experiencia del Santo patrono San Ignacio de Loyola. A través de la oración y la vivencia espiritual, los mojeños expresan su devoción y religiosidad en una festividad que es un reflejo de su identidad cultural.

El párroco Garbari también hizo énfasis en que la Ichapekene Piesta no se trata de exhibicionismo ni de seguir tendencias impuestas por el mundo. "En la Ichapkene Piesta no hay exhibicionismo, hay oración y vida", aseguró. Esta celebración resalta los valores más auténticos de la comunidad mojeña, dejando de lado la superficialidad y centrándose en la pasión y sencillez que la hacen verdaderamente hermosa.

Con una historia de 334 años, la Ichapekene Piesta es una de las festividades más arraigadas en la tradición mojeña. Su fundación se conmemora el 1 de noviembre, y cada año, el 31 de julio, el pueblo ignaciano se une en una muestra de fe y cultura que ha sido reconocida y valorada a nivel internacional.

La UNESCO otorgó a la Ichapekene Piesta el título de Patrimonio Intangible de la Humanidad en 2012, reconociendo así su importancia como una expresión viva de la fe y espiritualidad del pueblo mojeño. "No es la iglesia de Roma la que está presente, sino la iglesia mojeña; el Paseo de la Bandera, El Puri, la música, es mojeño", subrayó Garbari, destacando la autenticidad y la participación activa de la comunidad en la organización de esta celebración.

En conclusión, la Ichapekene Piesta Inasianuana es un testimonio vivo de la fe, la cultura y la espiritualidad del pueblo mojeño. Esta celebración trasciende lo meramente folclórico y se convierte en una expresión auténtica y hermosa que celebra la vida y la identidad de la comunidad ignaciana.

Fuente Radio Mátire Fm 96.9

Fotos Archivo de Mojos conecta