ATAQUES SOCAPADOS CONTRA EL COMITÉ CÍVICO DEL BENI

Por: Zoilo Salces Paz
Zoilo Salces Paz
Zoilo Salces Paz

Para entender lo que representa y simboliza el Comité Cívico del Beni es importante y necesario caminar un poco hacia el pasado, con el propósito de recoger y recordar elementos esenciales de nuestra historia regional reciente y el espíritu que nos movió y llevó hasta su creación.

Con este fin y para poderlos visualizar, bosquejados a grandes rasgos, es imprescindible y básico hablar de la trascendental década de los años 60, década dorada en la que mi generación encaró, desde abajo y de un modo lento, firme y espontáneo, la sempiterna postergación de nuestro departamento, olvidado desde siempre por casi todos los gobiernos andino-centralistas y en unos casos hasta abusado por ellos, y la lucha paciente contra el hondo y doloroso atraso en el que nos hundíamos, cada vez más, a lo largo y ancho de nuestras diferentes provincias.

Nuestra identificación honrada y plena con Santísima Trinidad y con el Beni y nuestra preocupación por el futuro de nuestros hijos y nuestro pueblo, nos movió a concebir proyectos esenciales y a desarrollar acciones, diversas, que empezaron a sacudir la conciencia colectiva y que arrancaban, cada vez más, las raíces profundas de la apatía y del conformismo extendidos en todos los niveles de nuestra aislada y adormecida población.

Así fuimos sembrando, pacientemente, la semilla benianista que se fue transformando, poco a poco, en un robusto y frondoso árbol, cuyos generosos frutos despertaban y alimentaban el espíritu benianista de un pueblo que, finalmente, empezó a movilizarse construyendo los cimientos de nuestro progreso regional. Lo hicimos fundando instituciones importantes y básicas, convertidas hoy en la fuerza motora de nuestro desarrollo regional y en un valioso patrimonio que beneficia y da oportunidades a las nuevas generaciones.

Nos movíamos con un benianismo puro, vigoroso y contagioso y trabajábamos y luchábamos con transparencia, buscando el bien común, el de todos, movidos por nuestro acrisolado amor al terruño y por nuestra apasionada e insobornable entrega a él; creo que por todo esto nuestro accionar benianista dio buenos frutos.

De ese altruista benianismo y de esa entrega íntegra, apasionada y dinámica salieron importantes obras; entre ellas: las diferentes cooperativas de servicio (Ahorro-crédito, electricidad, agua, teléfonos y vivienda), el Comité Pro-Universidad Beniana (gestado en Magna Asamblea Benianista promovida y convocada por la Federación de Maestros Urbanos del Beni y realizada el 1º de abril de 1967), la Universidad Autónoma del Beni (creada ek 18 de noviembre de 1967 por Ley Nº 352), el Comité Cívico del Beni (cuyo primer Directorio fue posesionado el 18 de noviembre de 1967), la Federación de Ganaderos del Beni (fundada el 20 de agosto de 1968), La Sede Social de los maestros urbanos del Beni (adquirida con contribuciones conseguidas por la Federación de Maestros Urbanos del Beni en la gestión 1966-1967), el Instituto de Profesionalización Docente (hoy Escuela Normal)…

Estas importantes instituciones concebidas, promovidas y gestadas por mi generación en dicha histórica década del 60, son el valioso patrimonio que dejamos y que viene beneficiando a las nuevas generaciones, y los motores, cada vez más extendidos y modernizados, que mueven el desarrollo regional en sus diferentes facetas: educación, economía, cultura y ciencia. La Universidad Autónoma del Beni, nuestro gran logro y orgullo, no obstante su juventud, hoy forma profesionales en diferentes campos y niveles, tiene carreras acreditadas y ha conseguido logros importantes en la investigación científica, que vienen beneficiando no sólo al Beni a través de su plan de extensión hacia afuera.

El haber sido no sólo testigo, sino también protagonista, como promotor y gestor de algunas de esas importantes instituciones, la U.A.B. entre ellas, me da autoridad moral para hablar de dicha histórica década del 60, del benianismo que promovimos y desarrollamos y del Comité Cívico (del que soy cofundador) en estas circunstancias en las que algunos desubicados y manipulados lo han atropellado y asaltado, pisoteando el espíritu que se mueve en él, ignorando y pasando por encima del pueblo que lo creó y al qué él representa y ensuciando algunas hojas de nuestra historia regional.

En el lapso de una semana sabotearon con violencia, primero, el Congreso Cívico Departamental donde tenían que elegir un nuevo Directorio Cívico; unos días después asaltaron y tomaron la “Casa Cívica” (edificio de propiedad del pueblo beniano), disfrazados de cívicos y autonombrándose sus conductores; para culminar el plan teatral maquiavélico con la aberrante posesión a cargo de una funcionaria de la Alcaldía Municipal… ¡Hasta dónde ha llegado la insolencia y la prepotencia!

Pero lo que más sorprende y merece el repudio general ha sido saber, por diversas declaraciones hechas a través de los medios de comunicación, que los autores intelectuales, los que orquestaron ese funesto plan contra el benianismo, fueron nuestras altas autoridades locales a las que el pueblo, le dio su voto. Ahora: ¿Qué podemos esperar de autoridades que en vez de respetar al pueblo cívico lo quiere amordazar y amedrentar? ¿Por qué y para qué lo hacen? ¡No es difícil imaginarlo!, se han puesto al descubierto. Los intolerantes y violentos que quieren tomar el Comité Cívico del Beni han lastimado al pueblo y han ultrajado su historia.

Santísima Trinidad, 20-marzo-2022

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