Es indudable los cambios y  retos a que nos ha introducido la pandemia del Coronavirus, el área de la educación nos metió al sistema virtual. Aunque  ya en universidades y colegios privados utilizaban este medio; sin embargo, se veía lejos que esto ocurriera en los colegios y universidades públicas. Por eso las asimetrías entre el sector privado y fiscal se abrieron nuevamente, porque los privados con la infraestructura y experiencia de profesores y alumnos rápido se adaptaron a los cambios y pasaron clases virtuales desde la comodidad de sus casas.

Sin embargo, la pandemia, sorprendió al sector fiscal en curva y tanto los directores como profesores una mayoría se quedó estático, a la espera de órdenes superiores que le indiquen que hacer y el tiempo fue pasando. Aunque en algunos colegios y universidades, algunos profesores se lanzaron al desafío y convocaron a sus alumnos a través de whatsapp, Zoom u otro programa y pasan clases virtuales. Hay muchos ejemplos de profesores que ponen su máximo esfuerzo. Pero también hay que admitir que una mayoría sigue esperando alguna Resolución emitida por las autoridades ministeriales.

Pero lastimosamente, el Ministerio de Educación  no respondió oportunamente a este nuevo desafío, y la mayoría de los profesores continuaba esperando que pase la pandemia para impartir  las tradicionales clases presenciales que a su criterio “son mejores, más humanas, más directas”. Claro que este sistema será insuperable, pero también debemos tener en cuenta que si esperamos que la pandemia pase y no aplicamos otro método de enseñanza, 2,8 millones de estudiantes se perjudicarán, con riesgo de perder el año escolar.

Por fin y después de tres meses de espera, salió humo blanco, el Ministerio de Educación dió la noticia a través del D.S. 4260 que se  reglamenta el sistema de enseñanza presencial, semipresencial, a distancia y virtual. Aunque hay que reconocer que meses antes ya el Ministerio de Educación impartió unos cursos de capacitación virtual para que los maestros aprendamos a utilizar estas nuevas herramientas didácticas.

Y como dicen más vale tarde que nunca, aun estamos a tiempo de recuperar el tiempo perdido si los maestros nos esforzamos y ponemos la voluntad de treparnos al tren de la carrera virtual. Aunque el decreto  indica que para impartir clases virtuales los colegios deben tener sus plataformas virtuales, tener su software de gestión académica. Esta infraestructura y capacitación de docentes tienen los colegios y universidades  privadas. En nuestro medio, algunos colegios privados y fiscales tienen plataformas virtuales; Sin embargo  para el sector rural, por ahora se debe emplear otras herramientas como la Radio y la televisión.

La universidad  Autónoma del Beni cuenta con una plataforma virtual desde hace algunos años y algunos docentes ya están pasando clases virtuales con sus estudiantes. Sin embargo no todos los estudiantes pasan clases, uno porque han retornado a sus provincias donde el internet es bastante lento y otro porque la mayoría son de bajos ingresos económicos y no cuentan con dinero para comprarse las megas necesarias.

Para solucionar este problema que están pasando la mayoría de los estudiantes universitarios, el Rector y Vicerrector de Pregrado  han logrado suscribir un convenio  con ENTEL para que los estudiantes tengan acceso gratuito  a la Plataforma virtual y pasen clases virtuales en las diferentes carreras, materias y programas de la UAB.JB. Para ello los usuarios deben llenar un formulario para que permita actualizar el Registro de la Base de Datos y utilizar este servicio académico.

Ahora que el Ministerio de Educación ha reglamentado el sistema virtual y las autoridades universitarias han logado que los estudiantes tengan servicio gratuito de internet, ya no hay excusas para no seguir con el proceso enseñanza aprendizaje. Si bien, añoramos  las clases presenciales que esperamos se den pronto, debemos aprovechar esta coyuntura para actualizar nuestros conocimientos, zambullirnos en el mundo virtual y no sentirnos discriminados por la educación privada. El sector fiscal hoy tiene la oportunidad de emparejar su educación  por primera vez con los otros colegios y universidades del país  y  los países desarrollados, e  ir cerrando paso a paso la brecha del conocimiento científico que antes era privilegio de los colegios y universidades privadas. Hagámoslo hoy, estamos a tiempo,  mañana puede ser tarde.